PEDRO SÁNCHEZ, EL CADÁVER POLÍTICO
Este Pedro me recuerda a aquel Felipe, el González, con alguna que otra diferencia; aquel dicen que era más listo y que conocía mucho mejor a la masa. Yo no sé si es cierto, o sencillamente, por aquel entonces, la masa creía de verdad y tenía fe en las personas que postulaban para dirigentes. Supongo que hubo un poco de todo. Felipe dominaba más la escena pero la masa era más crédula y Pedro es más inútil y la masa es más escéptica, y en contra de lo que se postula en los comederos oficiales, cada vez está más comprometida con la acción. Felipe vino con la promesa del cambio y dio el cambiazo, comenzando a hacer el trabajo sucio del capital y de la derecha más rancia, con un discurso de que era necesario vender y desmantelar las empresas estatales que funcionaban y precarizar el trabajo para modernizar el país, y coló. El gran capital ha premiado sus servicios ofreciéndole sueldos inalcanzables para la mayoría, amén de su pensión vitalicia. Eso sí, de tanto en tanto, el abuelo cebolleta ha de salir a la palestra para recitar, como buena marioneta, el discurso de sus amos. Para que este señor, por llamarle de alguna manera, cobre se ha de cortar la luz a las personas que no pueden pagarla y collar con subidas a las personas que tienen la suerte de poder seguir sufriendo el abuso. Él lo sabe pero que le importa eso a aquel que tiene manchadas las manos de cal, como muy bien dijo Pablo Iglesias. Ande yo caliente y ríase la gente.
Pedro, que no olvidemos que empezó su andadura, como cabeza visible del PSOE, mintiendo, pues dijo que él no había estado nunca en política, habiendo sido diputado y con un largo historial de militancia con cargos detrás, es el tipo que se quiere seguir inspirando en el discurso de aquel Felipe pero sus artimañas ya no cuelan; su torpeza para intentar conseguir una investidura con el apoyo de las izquierdas pero con medidas de derecha es notoria, evidente y provoca el hastío. Pedro, que tenía la oportunidad otorgada por las urnas para constituir un gobierno progresista, la ha tirado al garete. La ha tirado al garete porque nunca pasó por su cabeza tal posibilidad. Su intención era perpetuar el status quo PP-PSOE, política que ha fracasado y que, a día de hoy, no es válida, por mucho que en sus estertor, tanto Rajoy como Pedro aún insistan en ella.
Pedro ha fracasado, no va a gobernar. Políticamente, para la izquierda está muerto. Para el PSOE, con el que ha conseguido los peores resultados de la historia, también. Pero tras su muerte política va la muerte política del partido al que solo pueden votar personas con un interés real, clientes y gilipollas. Porque hace falta ser un gilipollas para votar a este partido político si no se tienen intereses o no se es cliente. Obreros de todo el mundo que queréis que os sigan jodiendo, votad al PP o a Ciudadanos, no malgastéis vuestro voto en el PSOE. Si disfrutáis de esta práctica, disfrutadla de verdad, sin vaselina, preliminares o condón.
Pero es que el PSOE también ha fracasado como proyecto político, a nivel nacional, pues siguen sin querer entender a los países y territorios que actualmente conforman el estado español. Países y territorios que tienen una larga trayectoria con instituciones de gobierno propias, que les han sido arrebatadas y cuando se han querido constituir para sumar a un proyecto político, se les ha negado por activa y por pasiva. Me refiero a este tema sin ser el que más me preocupe, aunque sea importante, pues creo que hay que atender antes a una política de reparto social justo, en la que no se acentúe la diferencia, cada vez mayor, entre ricos y desfavorecidos, esto, para mí va por delante de otros temas, igualmente urgentes y que suman para hacer una sociedad democrática en la que las necesidades básicas de los ciudadanos, comida, vivienda y salud sean innegociables y estén satisfechas; y en que la formación académica y cultural esté asegurada para todos y sea un valor fundamental para los que quieran gozar de ello. A partir de ahí, favorecer políticas de igualdad de oportunidades reales. El PSOE, montado en la doctrina del gran capital, tampoco está por ello. Proyecto muerto.
Finalmente, para terminar, diré que si en los períodos constituyentes, tras las elecciones, los padres de la patria no cobrasen su sueldo hasta que el gobierno estuviese constituido, más prisa se darían en acabar con esta farsa, la actual situación no es otra cosa. Pedro sabe que no va a conseguir los apoyos de nacionalistas ni de izquierdas, y si no lo sabe es que no sirve ni para estar escondido. La torpeza con la que ha procedido a la hora de confeccionar el documento de acuerdo y la torpe manipulación enviada para conseguir adhesiones le han retratado a él y a su gabinete. Por otra parte no sé si quiero que se lleguen a hacer pactos de gobierno pues ¿cuánto nos va a costar en sueldos? Me explico. Tenemos la idea de que el partido más votado debe de ser el que gobierne y no es así, esto solo es una interpretación malintencionada del sistema, más o menos representativo, que los partidos han hecho de él. Nosotros elegimos a los representantes y estos deben elegir a las personas que crean más capacitadas para tirar adelante su proyecto que no tienen por qué ser del partido, ni tan siquiera tienen que haber sido elegidas por los ciudadanos. Los parlamentarios podrían llegar a pensar que para presidir el gobierno la persona más adecuada es la portera de mi edificio, y proponerla para el cargo, y de acuerdo con esta, proponer a los diferentes ministros, personas independientes sometidas al control parlamentario. Con esto, nos evitamos el sobrecosto que significa tener al cargo político y haber de nombrar un supuesto experto para asesorar. Nos ahorraríamos al experto pues ya lo tenemos gobernando.
Y ahora retomo lo del coste de los pactos. Si el PSOE quiere meter a varios de los suyos como ministros, más otros tantos como asesores, el pacto lo impediría, por lo tanto debe buscarse una salida para premiar a aquellos con los que políticamente ha adquirido compromisos y empezar a nombrar asesores de asesores de asesores, naturalmente con un sueldo nada irrisorio, a cargo del erario público. Creo que se me ha entendido.
Y yo, ¿a quién voto? En las últimas no voté pero si hay elecciones tengo muy claro que quiero dar a un partido la oportunidad de que se equivoque y se vea en la disyuntiva de corromperse o no. Me explico: en muchas conversaciones sale el tema de que el hablar desde fuera es muy fácil o que no es lo mismo hablar sin tener la posibilidad de untarse de miel. Ese argumento, con el que estoy de acuerdo, no lo compro, pues es rancio de cojones. Viene a decir que hay que mantener a los corruptos porque, pobrecitos, se ven sometidos a las tentaciones a las que todos cederíamos. No, oiga, los corruptos o investigados deben dejar su cargo a disposición y comparecer ante la ley y hay que confiar en la gente que se postula y dejar que tengan la posibilidad de gobernar o mancharse las manos, en cuyo caso deben comparecer ante la ley y dejar el cargo a otro ciudadano.