COMERSE UN HELADO. ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR ESTA NOCHE

COMERSE UN HELADO. ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR ESTA NOCHE

Adivina

Cuando pienso en el film Adivina quién viene a cenar esta noche, el de Stanley Kramer, no la porquería perpetrada posteriormente, la boca se me hace agua pensando en una de las escenas del  film, la que más disfruto, la que más me gusta, la que más me emociona.

Antes de hablar de la escena, permitirme que lo haga de la película. El film es una buena película de tesis, con un guión sólido, de tesis, guión con el que los actores se lucen, supongo que gracias al buen hacer del director y a darles el protagonismo, como hacían otros directores de la época, que dejaban al buen actor comunicar y expresarse. Esto no quiere decir que esta sea la única manera de hacer cine, ni la mejor, pero era una manera honesta y efectiva de cara al público. Y sí, me gustan las películas de actores, sin histrionismos, en dónde a estos se les deja crear cadencias en las frases. Y me gustan los guiones sólidos, esos que transmiten a través de los actores ideas y sentimientos, esos en que los personajes argumentan y fluye un discurso bien elaborado, y que atrapan sin cambiar de plano o mover la cámara cada tres segundos. Insisto, no es la única manera de hacer cine. Este tipo de cine, me gusta, y muchas veces lo añoro.

Para los que no lo sepan, la película va sobre un matrimonio blanco (Caucásico), maravillosos Spencer Tracy y Katherine Hepburn cuya hija se presenta con su novio, que resulta ser negro (Afroamericano), estupendo, por no repetirme, Sidney Poitier, excelente actor que es la punta del iceberg de toda una serie de excelentes actores, como lo son el matrimonio (en el film) de color negro (afroamericano) formado por Beah Richards y Roy Glenn o Isabel Sandford, actriz que hace de asistenta negra (afroamericana) de la familia (en el film) blanca (cauacásica); actores que en su día no tuvieron la suerte de sus compañeros de profesión blancos. Puesta la premisa, se desarrolla el conflicto con una serie de diálogos deliciosos entre los personajes que pueblan la pantalla, diálogos que no tienen desperdicio. No voy a desvelar el final, prefiero, como siempre, que la veáis y opinéis por vosotros mismos. Y si sois muy cinéfilos, y os sobra algo de tiempo, podéis compararla con la nueva versión.

Este film, si no recuerdo mal, fue el último que protagonizó Spencer Tracy, ya enfermo de cáncer. De hecho, el film fue para él una terapia, como lo era (el rodaje de un film) para otros actores, alcohólicos empedernidos, y que cuando se ponían tras las cámaras se comportaban como profesionales, dedicándose en cuerpo y alma a la película. Hay un momento del film en que Katherine y Spencer salen de su casa y se van a comer un helado. La escena en que ese hombre saborea el helado, (o el producto que fuese para poder trabajar con los focos y altas temperaturas), me tiene enamorado. Spencer me convenció de que ese era el mejor helado del mundo. Hace fácil lo difícil, transmitir el gusto por la vida a través de un helado, con enorme sencillez, sin histrionismos ni exageraciones. Cada vez que veo esa escena me transporto y pienso en todo lo bueno de esta vida y en lo sencillo que es ser feliz. En ocasiones, lo reconozco, a pesar de que la película no tiene desperdicio, la he visto solo para saborear esta escena y deleitarme con un hombre saboreando un helado. Puro cine.

39 respuestas a “COMERSE UN HELADO. ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR ESTA NOCHE

  1. Rosa Ave Fénix 15 marzo, 2015 / 9:27

    La he visto varias veces… para mi una de las mejores películas que he disfrutado, en un ambiente cálido, unas familias -cada una en su estilo- magníficas… bueno, muy buena.

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    • salvela 15 marzo, 2015 / 11:05

      Estoy de acuerdo. Hay de todo, y buenos conflictos generacionales.

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  2. lurda55 15 marzo, 2015 / 9:43

    Vista en su día, repetiré en cuanto tenga ocasión y prestaré especial atención a la escena del helado. Eran grandes actores, Josep, se lo creían y sin histrionismos, como otros. El brillo de los ojos de Audrey es irrepetible y mas cuando estaba junto a su Spencer. Dioses del cine.

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    • salvela 15 marzo, 2015 / 11:07

      Si. llenaban la pantalla con su presencia. Parecía que ni actuaban. Eran otros métodos y otros tiempos.

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  3. lurda55 15 marzo, 2015 / 9:46

    Khaterine, q se me ha ido a su compi, por cierto, otra actriz fabulosa e irrepetible…

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  4. chus 15 marzo, 2015 / 11:02

    Creo que solo te dejaste al cura. Spencer, cáncer; Katharine, parkinson, química especial entre la pareja. Un peliculón.

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  5. franciscojaviertostado 15 marzo, 2015 / 12:33

    Hola Josep,
    yo también la he visto en varias ocasiones y siempre la disfruto como si fuera la primera vez. Un clásico muy actual en su temática. No sabía lo que comentas del cáncer de Spencer Tracy, eso es amor por su trabajo.
    Saludos

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    • salvela 15 marzo, 2015 / 15:54

      Sí. Amor y terapia. Parece ser que fue Kate quién luchó por que él protagonizase el film, para mantenerle ocupado.

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  6. María 15 marzo, 2015 / 12:55

    Una película buenísima, con unos actores que llenan por completo la pantalla, sin histrionismo ninguno.
    La escena del helado, perfecta!
    Me gusta esa mirada tuya sobre esos detalles en apariencia nimios, pero que tienen mucho contenido.
    Un abrazo bien grande, Josep…

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    • salvela 15 marzo, 2015 / 15:55

      La película es buenísima y no tiene desperdicio pero esa escena es la que más me gusta.. Un abrazo.

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  7. cristinafra 16 marzo, 2015 / 12:23

    Fantástica esta película, me encanto como desarrollo diferentes temas que siguen muy actuales.
    Saludos y un abrazo.
    Cristina

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    • salvela 16 marzo, 2015 / 17:20

      Es cierto. Es lo que tienen los grandes clásicos, que no pasan y siempre están de actualidad, pues van derechos a lo humano, aquello que nos interesa y conmueve. Un abrazo, Cristina.

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  8. Veronica 16 marzo, 2015 / 13:32

    Estoy de acuerdo contigo, Josep. El original no tiene parangón y su elenco es admirable.
    Un beso.

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    • salvela 16 marzo, 2015 / 17:21

      Vero, tenemos que hacérnoslo mirar. estamos de acuerdo en muchas cosas. Un beso, preciosa.

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  9. jmsabbagh 16 marzo, 2015 / 15:21

    Bella post ,l have seen the movie more than once a great classical.Warm regards.

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  10. Luisa López Gómez 16 marzo, 2015 / 15:23

    Buen día!

    Pues la volveré a ver, Josep, me has despertado la curiosidad, y de paso a saborear de nuevo esa escena del helado. 🙂

    Un abrazo.

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    • salvela 17 marzo, 2015 / 15:29

      Como siempre tergiversando mis palabras. Se em hace la boca agua con el helado y con el negro en versión femenina. Otra vez remarcando que me gustan las mujeres… soy redundante.
      Muchas gracias por esa inmerecida nominación. prometo no hacer publicidad subliminal cuando haga la entrada de la nominación.

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      • MrJordiLobito 17 marzo, 2015 / 15:41

        Ya te dije que remarcas demasiado que te gustan las mujeres, clásico síntoma de homosexualidad reprimida.
        Por supuesto vas a poner publicidad subliminal. Cuidado con los links, genio.

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  11. Daniel Centeno 16 marzo, 2015 / 23:52

    Increíble. Yo también soy de los que opinan que no es necesario es histrionismo para que un actor sepa plasmar con total cabalidad la complejidad de un personaje. Me parece que un buen ejemplo de ello – no siempre, pero casi -, es Tom Hardy. Y, sobre lo que dices de cuán feliz puede ser la vida y la «sencillez» con la que se muestra en el comer un helado, bueno, así son los grandes conceptos de la vida, ¿no? Se nos presentan en las pequeñas acciones, en el día a día, y es así como lo recordamos. Me da gusto saber que la belleza de la sutileza es admirada.
    Un saludo!

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    • salvela 17 marzo, 2015 / 15:26

      Estamos de acuerdo. La sutileza es lo que seguramente distingue a los grandes maestros, en los que puedes descubrir detalles en cada visita que realizas a sus obras, y de esta manera se enriquece el universo del espectador, cosa que no sucede con las obras planas y estridentes. Un abrazo.

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  12. Carmen 17 marzo, 2015 / 15:31

    He visto esta pelicula varias veces desde la primera vez, hace mucho. Allí aparecen ciertas formas bastante interesantes de ver el problema racial. La escena del helado… es muy real, no importa si hace frio afuera… uno quiere un helado y punto! 😉

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    • salvela 17 marzo, 2015 / 15:57

      Estoy de acuerdo. Y no solo se afronta el problema racial. Se afrontan otros muchos temas: el problema generacional, el patriarcado clásico, etc…. Un abrazo

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  13. etarrago 17 marzo, 2015 / 19:18

    Es otra de esas películas, Josep, que veo a menudo. estoy contigo, se harán películas mejores, hoy, con más medios … pero como esas … ninguna.

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  14. Ava Maof 21 marzo, 2015 / 16:22

    Amigo, qué bien contado! Vería esa peli sólo para saborear el «momento helado» 😀

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  15. ernán dezá 22 marzo, 2015 / 10:10

    Geniales tú y la película, Josep y el helado una delicia…
    La Hepburn y Tracy no cobraron por su trabajo en esta película, hasta que se recuperaron los gastos de producción. Su relación de pareja de uchos años, nunca estuvo bien mirada. Uno de los dos era católico y no se pudo divorciar. Su amor era casi tan difícil como la del personaje de su hija. Dicen que las lágrimas de la Hepburn al final fueron totalmente reales.
    Gracias por recordármela.

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    • salvela 22 marzo, 2015 / 10:40

      Gracias por esta aportación que ignoraba. Desde luego eres un pozo de sabiduría en todos los sentidos. Un abrazo.

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  16. plared 27 marzo, 2015 / 1:40

    Hoy puede resultar algo blanda. Pero en su tiempo fue toda una provocación. Gran película que ya esta en la historia del cine. Cuidate

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    • salvela 27 marzo, 2015 / 17:27

      Creo que con el tiempo ha ganado, y mucho. Que hoy siguen habiendo los mismos prejuicios y barreras.Un abrazo

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