MI CEREMONIA MORTUORIA

MI CEREMONIA MORTUORIA

Ceremonia del te 237

Estaba el otro día, con una de mis amigas en las fases preliminares del lance amatorio, ya saben a qué me refiero, cuando sucedió lo lógico y normal en estos casos. Se produjo la reacción, descrita en los manuales, de aumento de tamaño y dureza de mi miembro, ustedes ya me entienden. Yo, que había dejado la cámara de fotografiar  preparada, le dije a mi amiga, que también mostraba los síntomas propios de la excitación del momento, que me permitiese tomar una foto. Aquí he de aclarar que la intención era tomar varias instantáneas de mi preciado tesoro pero mi amiga, malinterpretando mis palabras, se mostró dispuesta a posar para una sesión de fotografía erótica, cosa que vi, la excitaba enormemente. Los resultados de este malentendido, que yo me presté a seguir, pues soy hombre abierto e investigador incansable de nuevas fuentes de placer, fueron más que satisfactorios. La sesión amatoria fue…, pruébenla y ya me dirán. No cuelgo las fotos de mi miembro, ni las de mi amiga, no por preservar el derecho a la intimidad de esta, que también, sino por no suscitar la envidia del personal masculino que lea estas líneas.

Pero ¿por qué quería tomar unas fotos de mi creador en el momento de su gloria? Hace tiempo, desde que tengo uso  de razón, vengo pensando en mi funeral. Este pensamiento es una de las razones por las que creo que estoy emparentado con los faraones egipcios, por la fijación que tengo con mi ceremonia de despedida de este mundo. La otra es por mi divinidad. Ustedes saben que soy un dios viviente. No se preocupen, que como dios tengo pocas exigencias, que forniquen y disfruten de sus vidas. ¿Por qué esta fijación, se preguntarán ustedes? Y si no se lo preguntan, me da igual, les pienso contestar de todas maneras. Cualquier ceremonia o momento de la vida puede ser repetido hasta la saciedad, excepto morirse. Esto solo puede hacerse una vez, por lo que hay que prestar la máxima atención a los detalles. Es la ceremonia de las ceremonias, ustedes me entienden, única e irrepetible. Pues uno de esos detalles que quiero que no se descuiden es que la ceremonia la presida una fotografía de mi miembro en todo su esplendor creativo, sin trucos ni photoshops, que uno no los necesita, ustedes me entienden.

Al principio pensaba que esta fotografía debía de ir acompañada con la frase: “Disculpen que no me levante, señoras.”, pero dados los tiempos que corren puede ser considerada sexista e inapropiada, por lo que he decidido reemplazarla por la más anodina: “Que et diguin pene, amb les alegries que m’has donat…” Y ahí queda eso para quien quiera entender.  Ustedes se preguntarán, y si no lo hacen no me importa, yo les voy a responder igual, ¿pero nunca te ha fallado? Bien, aquí entramos en un terreno peliagudo, ustedes saben a lo que me refiero. Un día, estando con una amiga en los lances propios del juego amatorio, confieso que pensé en las ministras del PP, para ser más exactos pensé en sus bocas. Dejadas fuera de la ecuación sus facciones porquiles, esas que las asemejan a la Peggy de los teleñecos, y la bazofia que escupen por esos labios carnosos, ustedes saben a qué lindezas me refiero, no sean hipócritas y no me digan que nunca han pensado en las posibilidades de esas bocas para…, ustedes ya me entienden. El caso es que yo lo hice y la cosa me funcionaba, hasta que se entrometió una barba, y detrás de la barba un bigote con un cabello asquerosamente engominado, y aquella intromisión fue causa de un hecho luctuoso, desafortunado y lógico: la recesión, ustedes ya me entienden. Mi gloria en los cuarteles de invierno. La chica, amable, me dijo:

— No te preocupes, a todos los hombres les pasa alguna vez.

— Pero yo no soy todos los hombres, número _ _ 8, — le respondí. Esto de numerar a las señoras con las que mantengo lances de carácter amatorio, es una práctica de prevención del alzheimer. He obviado los dos dígitos que preceden al ocho para no suscitar envidias, lógicas, entre el género masculino. Por si sirve de algo, diré que la enorme cantidad de mujeres con las que he disfrutado, no siempre se ha debido a méritos propios. La casualidad ha jugado un importante papel en ello. Supongo que en los tres dígitos, algo tiene que ver el hecho de los dos equipos de fútbol femenino a los que he prestado mis servicios. Justo es reconocer, que para redondear mis números, en claro caso de narcisismo, impropio de una divinidad, o no, con la número 100 y la 500 hice trampa, no sé si hasta el punto de que pueda ser considerado dopaje, pero sí antideportivo. Pagué por los servicios prestados. Justo es decir que en el caso de la 100 intenté ser honesto y pedí una factura pero la mujer me miró como quien mira a un marciano. Se ve que en esta clase de negocios no suele haber factura, cosa que me produce desazón, pues a lo que parece, la recaudación, por parte del gobierno, de los impuestos generados por la industria sexual podría aligerar las arcas. Unos días más tarde, a la 500, ni se me ocurrió pedirle factura, me comporté como un auténtico profesional en esto de contratar los servicios de una meretriz, cosa de la que estoy muy orgulloso, entiéndase, de haber dado el pego como cliente profesional, no de haber incurrido en anti deportividad.

A todo esto, ustedes se preguntarán si yo, como dios, puedo morir. La respuesta es obvia, sí, puedo y debo morir, ya que me he de regenerar, cual Ave Fénix, ustedes ya me entienden. Pero si muero y me regenero, ustedes como lectores avispados, habrán pensado que no es la única vez que he pasado por este tránsito y que no va a ser la última. Ello es cierto, en parte, ya que en mi forma actual, un organismo corrupto, para poder estar entre ustedes, en mi forma divina no puedo, debo morir, y ello solo va a suceder una sola vez, y cuando me regenere, por causa naturales, ustedes ya me entienden, lo hago como lo hacen ustedes, simples mortales, a partir de un acto creativo entre un hombre y una mujer, en mi nueva forma mortal y corrupta no recordaré nada de mi deceso, ni de mis otras vidas. Solo tendré la certeza absoluta, esto viene de serie, ustedes ya me entienden, de mi divinidad. Solo soy un dios, no soy todopoderoso, como en su ignorancia en materia teológica aseveran algunos. No tengo todas las respuestas, que como dios, no me da miedo admitir, cosa que no sucede entre los mortales, que en todo momento temen que sea descubierta su incompleta inoperancia, a los hechos me remito con el gobierno este que tienen, el mismo que causó mi pequeño contratiempo, ustedes me entienden.

Para los que os preguntéis cómo terminó el episodio de mi gatillazo, expresado en lengua vulgar, les diré que la dama quedó complacida cuando los demonios salieron de mi mente, tras una complicada ceremonia mental. No he vuelto a utilizar las bocas de las ministras del PP como material estimulante, ustedes me entienden. No solo la dama quedó complacida, el placer fue mutuo, como creo que debe de ser.

En fin, no me extiendo más, señoras y señores, la dama número ­_ _ _ 1, me espera en el lecho, con la cámara de fotos a punto, ustedes ya me entienden…

25 respuestas a “MI CEREMONIA MORTUORIA

  1. Dessjuest 3 abril, 2014 / 10:27

    La Cospedal, esa es la que inspira, no las ministras del PP, la Cospe, con mantilla.

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  2. María 3 abril, 2014 / 16:15

    ¿Sería irreverente reírse de las palabras de un dios? Si es así, lo acabo de hacer. Mea culpa.
    Un abrazo, Josep…

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    • salvela 3 abril, 2014 / 16:39

      Para nada, forma parte de mis ritos: reírse de todo, sanamente, y disfrutar. Otro para tí, María

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  3. redalmados 3 abril, 2014 / 21:17

    Oh dios! Hacía tiempo que no me reía así.
    Un abrazo

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      • redalmados 4 abril, 2014 / 9:49

        Spsssss…Josep (susurro)…me parece que no te han creído mucho con esos números. No te habrás pasao?

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      • salvela 4 abril, 2014 / 10:12

        Acerca el oído. Un poco más: Solo hablaré en presencia de mi abogado.

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    • salvela 4 abril, 2014 / 9:43

      Pues cometido cumplido. Pocas cosas hay comparables a la risa. Un abrazo, Rotze

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  4. franciscojaviertostado 4 abril, 2014 / 10:59

    Hola Josep,
    «penes, penes..» no me han surgido leyéndolo, todo lo contrario. Yo también me he reido y disfrutado durante un buen rato… tú ya me entiendes. 😉
    Un abrazo

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    • salvela 4 abril, 2014 / 11:30

      Me alegro. Esa era la intención. El juego de palabras se lo oí en una ocasión a un humorista valenciano. Un abrazo

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  5. Veronica 5 abril, 2014 / 9:16

    Josep: ¡vaya imaginación! Al menos le has encontrado ocupación y utilidad a una franja de políticos: las mujeres. ¡Y te ha funcionado! Eso es tener valor.
    Abrazos y risas.

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    • salvela 5 abril, 2014 / 16:43

      Ese método se podría calificar como deporte de riesgo. Celebro que te haya gustado. Un abrazo.

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  6. grojol 6 abril, 2014 / 17:36

    Me hacía falta reir y… lo has conseguido. No creas que era tarea fácil.
    Gracias
    Un fuerte abrazo

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  7. después de la media rueda 7 abril, 2014 / 16:37

    Me has hecho reír, que conmigo no es gran mérito pues me rio de todo, tu ya entiendes. Pero si alguna vez me hace falta un dios: me apunto a seguirte, que eso de fornicar y disfrutar mi vida me parece extremadamente honorable. Y divertido…

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    • salvela 7 abril, 2014 / 16:54

      Ja, ja, ja, ja. Doy fe de que te ríes de casi todo, solo hay que seguir tu blogg y esas deliciosas anécdotas que reflejas. Un abrazo y aceptada tu candidatura para disfrutar de la vida sin complejos.

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    • salvela 20 abril, 2014 / 9:18

      Je, je, je, je, Seguramente, pero no será posible, tras mi ceremonia no quiero lápidas, un olvido rápido y eficaz.

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  8. Ava Maof 4 May, 2014 / 4:09

    Con esas exigencias te adopto como dios… de lo mejorcito entre las opciones q hay por ahí! 😉

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