VIOLENCIA DOMÉSTICA
— ¿Con qué juegas? —Preguntó el padre.
— Con lo que me sale de los huevos.
La tremenda bofetada, cargada con todas las frustraciones y derrotas del día, no tardó en estrellarse en la cara de Carlitos, que corrió llorando hacia su mamá, terriblemente alarmado y con una petición clara y firme en su mente:
— Mamá, no me vuelvas a comprar más huevos de chocolate con sorpresa.
Este chiste se hacía de una conocida marca de huevos con sorpresa. No sé quién es el autor.
buenos dias, estas cosas no deberian de pasar, nadie tiene que pegar, pero por degracia, ay muchas victimas. un gran abrazo
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Sí. Totalmente de acuerdo.
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Ayyyyy los güevos.
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Pues sí, ay con los güe…
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Uf. Cuando se dejan de lado las palabras y gana la ceguera se producen estos desaguisados. ¡Pobre niño!
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Pues sí, pobres víctimas.
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Un poco salvaje el chistecito…
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Sí. supongo que es de aquellos que define un determinado momento social.
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Pobre niño.
Un besote y fuerte abrazo.
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Como todas las víctimas. Un abrazo
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¡Las tremendas injusticias que se pueden cometer… cuando a las frustraciones y las derrotas le sumamos la falta de información!
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Ciertamente. Lo peor es cuando la falta de información se debe a la manipulación deliberada.
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El paso de los años y la toma de conciencia de la sociedad hace que estos chistes que antes robaban sonrisas sin pensar, hoy nos pongan en alerta y nos permitan reflexionar.. A veces pareciera que no avanzamos hacia ningún sitio, pero estas son las huellas de grandes pasos!
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Muy cierto. Es muy curioso ver la evolución de lo que nos hacía reír y nos continúa haciendo reír y de lo que ya no nos hace gracia. No solo pasa con el humor, también pasa con temáticas y argumentos serios y la forma de ser presentados estos. Un abrazo.
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